martes, 13 de noviembre de 2012

Inexplicables por qués

Tal vez porque hoy ha sido (y sigue siendo) martes 13 me he fijado algo más en cosas que no me gustan que en las que me gustan. Y no por ser negativa sino porque no les encuentro significado.
Para empezar: por qué hacen sábanas de lycra. Aceptamos la ropa interior de lycra como algo aceptado socialmente. Pero señores, tener sábanas de lycra es una auténtica guarrerida alemana. Tampoco entiendo por qué mi casera ha traído sábanas más pequeñas que mi colchón, creo que hoy me tocará dormir en un rinconcito.
Pero todo ello porque hoy he puesto mi primera lavadora. Sí, en la lavadora común del sótano. Llevaba varios días preparando el evento, aprovisionándome de monedas de 50 céntimos para la lavadora y otra para la secadora. Pero cuando he llegado y he visto la lavadora se me han olvidado los programas que mi casera me dijo que pusiera. Total que he bajado en varias ocasiones para ver cómo iba aquello... y nada. Eso ha salido igual de sucio que había entrado. Al final le he hecho tres fotos a los cuadros de la lavadora y la secadora para hacer la traducción simultánea del google y claro, es cuando he visto que le he metido el prelavado y el centrifugado pero el "lavado" no. Así que mañana me tocará el segundo intento. Dejo a modo de prueba el bello collage que acabo de hacer autoexplicativo - el googletranslator en alemán, todo sea dicho, también se las trae-
Luego llevo varios días o más bien desde que vine, limpiando la casa... PERO, no he fregado aún el suelo de la cocina ¿por? pues porque aquél invento español maravilloso denominado "fregona", lo desconocen. El chupachups no (ya sabéis que los españoles lo arreglamos todo poniéndole a las cosas un palito) pero la fregona Nein. Ahora mismo le estoy mandando un correo a un español que vive en Alemania para preguntarle como leches friegan el suelo aqui porque ya he repasado varios super y droguerias sin encontrar un atisbo de fregona. Manda narices porque si no encuentro una en breve, me la traeré en la siguiente maleta que traiga de Madrid y sería la mar de triste porque lo otro que echo en falta es el pela-ajos y el rascador de la vitro, cosas imprescindibles en mi vida. To be continued...

Hay otras cosas que me gustan menos como por ejemplo, la insistencia y reiteración de la siguiente conversación (en inglés):  A: ¿y por cuanto tiempo vienes? B: Pues por seis meses A: Pues Munich es mucho más bonito y agradable en Primavera B: ya, pero qué le voy a hacer A: Es que en invierno es horrible (pausa) ¿Sabes esquiar? B: No A: (Cara de pena en plan queporrasvasahaceraquiseismeses) Schuß. Pues bien, la precedente conversación, con todos sus elementos incluidos y sin faltar ni uno solo la he debido tener ya cerca de seis o siete veces desde que vine. Que si, coññññeee, que ya sé que Munich es más bonito en primavera... Y Madrid, y Paris, y Cuenca, y Villaconejos... Pero que no he sido yo quien ha dicho "me voy a tragar todo el invierno en Munich y luego en primavera que sus zurzan". En concreto la secre de mi jefe hoy me lo ha soltado tres veces: Pues en Primavera se puede hacer tal o cual, pues a ver si te acostumbras al cielo gris porque el cielo azul lo vas a ver poco, pues en invierno esta ciudad es un asco, pues el metro no es necesario cogerlo en primavera... A ver. Que si. Que vale. Que estamos de acuerdo. Pero YA.

Otra de las cosas inexplicables: Ayer vino la tipa de la reallocation agency, vamos, la agencia "criada" pagada por Telefónica para que se encarguen de toda la burocracia de mi traslado, como la inscripción en el registro como ciudadano de Munich (si no, no cuentas para ellos en ningún sentido) o el pago de impuestos. Bien, pues ayer me informaron de que los alemanes, todos, pagan el Church Tax, o lo que viene siendo el impuesto de la confesión religiosa procedente (Protestante o Católica). Si no pagas el impuesto, luego no tienes derecho a ir a disfrutar de las bondades de la iglesia correspondiente, tales como enterrarte en un cementerio católico o protestante si palmas. No sólo me debí quedar tan boquiabierta que directamente la señora escribió algo en el papel (¿ateorra?) y se fue, sino que cuando se lo comenté a mi compañera Christine, ella fue la que se sorprendió de que en España no lo hiciéramos así  Tuvimos un interesante debate de cómo se financia la iglesia en España pero no conseguí cerrar su boca.

Y luego está mi compañero checo que, ayer durante la comida, mientras mi jefe me decía (como no podía ser de otra forma) lo mucho que le gusta la comida española y lo buena y variada que es, estuvo callado y al final suelta: "pues la comida española es muy aceitosa, puag". "Claro querido, es que la comida checa es conocida allovertheworld, la famosa ...mmm.... espera que ahora no me viene a la cabeza, con lo conocida que es". Un punto para el primero que me diga un plato típico checo sin mirar en google y sin haber viajado alli.

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