domingo, 2 de diciembre de 2012

Schnee

Ya sé que corro el riesgo de perder a mis millones de lectores y el premio cervantes al que he sido nominada por no escribir en el blog desde hace 10 días. Lo sé. Por eso perdones, mi idea era escribir una vez a la semana, pero cuando se presentan semanas como la pasada, se hace complicado, no os voy a aburrir con historias de curro porque entonces si tenia dos seguidores lo más probable es que me quede sin ninguno.

Un pequeño resumen anticipatorio de lo acontecido en estos días: Ha nevado. Ha cuajado. Han empezado los mercadillos de navidad. No he probado el Glühwein "entoavía". He comido Scnhitzel y bebido Helles. Me han arreglado la calefacción. La nevera no enfría. No sé comprar mi billete mensual en el metro. Tengo nuevo móvil. He conocido a Anna, Ulrike, Unai, Franz, Cristina, Lorena y Carmen. Tengo que aprender a esquiar. No encuentro bragas de cuello vuelto y con dobladillo. No encuentro el contenedor de residuos inorgánicos ni el de vidrio.

En fin. Estoy pasando un frio de narices, vamos, que me vengo dando cuenta de que todo lo que he pretendido traer de Madrid es absurdo, y eso que llené dos maletas. Ya sé a donde van a ir a parar mis ahorros, y va a ser a prendas de goretex, que cuestan un ojo de la cara y parte del otro, pero parece imprescindible. Hoy he quedado para intercambiar idiomas, y maldita la gana que me hace salir de casa patinando porque al hielo que se formó ayer con la nieve de hace dos días, ahora se suma otra nueva capa de nieve. Hasta mi terraza de casa está congelada (tal vez me sea más útil poner la comida ahí que en la nevera, estoy pensando)... precioso, si, pero para quedarse en casa con la mantita!

Ayer estuve con una amiga viendo los mercadillos de navidad del centro; aquí eso es una locura de gente viendo y comprando todo tipo de cucadas de madera y adornos de navidad, comienod crepes y focaccias y bebiendo Glühwein, que es un vino caliente y dulce con especias y que pega mogollón, porque Don Simón al lado suyo es denominación de origen. Sí, ya sé que todo el mundo sabe lo que es pero me toca explicarlo a mi que soy la expatriada ¿me entiendes? (tono Belén Esteban).

A mediodía comí el famoso filete empanado Bávaro, el Schnitzel, que todo sea dicho, está la mar de rico, recomendación de mi amiga Meri que viene mucho por Alemania por motivos de trabajo además de haber vivido aquí un tiempo. Y también me he cambiado de la Weissbier a la Helles, que es como la Mahou (me puede el sentimiento patrio, lo sé!) porque la primera está muy rica pero en cuanto me tomo dos no manejo el idioma... el español, quiero decir.

De las averías de la casa, poco que contar. Casa reparada y calentita. La vendo para empezar a tener visitas, no os creais lo del frio, es solo que tengo que exagerar y tal, si quisiera saldría en manga corta... Lo malo que mi nevera no enfría lo suficiente y el refrigerador ultracongela, así que tengo que hacer compras cada dos o tres días para no tirarlo todo a la basura, lo cual es un coñazo porque los tres supers más cercanos a casa (Real, Rewe y Lidl) están a dos manzanas y el llevar bolsas no te permite meter las manos en los bolsillos.

Bueno, voy a estudiar un poco de alemán... que tostón!




1 comentario:

  1. No te creo nada, seguro q tienes un montón de seguidores!!!!Yo soy una para q veas!!jeje
    Ánimo q tu puedes con todos esos!!!!bssss

    ResponderEliminar